En busca de “ayuda extra” para que la pareja que se fue, regrese o para asegurar el éxito de un proyecto personal y hasta de un lugarcito en la lista de candidatos partidarios, cada vez más personas apelan a prácticas esotéricas. Hombres y mujeres acuden por igual a curanderos, parapsicólogos y videntes y pagan elevados precios por un poco de magia que alimente sus esperanzas terrenales.
Superchería, sugestión o dependencia se contraponen con testimonios y promesas que atraen hasta al más incrédulo.
Son cada vez más los chaqueños que acuden a tarotistas, videntes, parapsicólogos o curanderos por respuestas a complejos problemas cotidianos. El fenómeno no es nuevo pero quienes lo frecuentan aseguran que además de mantenerse, en los últimos años la tendencia se incrementó.
La proporción entre hombres y mujeres es idéntica: 50 y 50 por ciento, pero difieren las motivaciones. Mientras ellas manifiestan más sus deseos afectivos, ellos se interesan por el éxito y la prosperidad económica.
Las consultas
En un ranqueo de preocupaciones están primero -y por varios cuerpos de ventaja- los problemas del corazón. Les siguen las consultas por emprendimientos personales de distinta naturaleza: desde rendir un examen en la Facultad hasta abrir un negocio propio, desde la compra de un auto hasta la de un campo. En este último aspecto se suma otro rubro más tradicional: la “cura” de la propiedad que se adquiere, en la presunción de que pueda estar “maldita” o ser objeto de “trabajos” de terceros.
Muy rezagados en las cifras están quienes también acuden por dolencias y problemas generales de salud. Es un grupo que abriga enormes esperanzas pero cuenta con limitada disponibilidad de dinero.
Los políticos
El dato más llamativo radica en la fuerte presencia de la clase política en el segundo gran grupo de consultas: los proyectos personales. A tal punto que son clientes preferenciales en la agenda de los chamanes urbanos del Siglo XXI.
Desde un puntero hasta un reconocido diputado acude por un respaldo mágico que le dé sustento o indicios de permanencia en la compleja construcción de acuerdos partidarios.
“Es común que pidan turnos especiales, alejados del resto y que tomen recaudos para las entrevistas”, revela una fuente allegada a la actividad y que, consultada por los resultados, responde: “Hasta ahora nadie se quejó”.
Corazones rotos
Al indiscutido primer puesto de intereses hay dos grupos dominantes: las rupturas amorosas y las indefiniciones de pareja (casados que no se divorcian, solteros que postergan bodas, actos de infidelidad, mudanzas que distancian, etcétera).
En ese rubro hay mayoría femenina pero casi sin distinciones de edad ni clases sociales. “Vienen chicas jóvenes y mujeres de 50 años (y más) con casi las mismas preocupaciones”, describe una fuente que pidió permanecer en el anonimato.
Otra versión atribuye a una conocida “creadora de amuletos” para el amor que vive y atiende en Barranqueras. Vende aceites especiales que se usan como perfumes “atrae hombres” y cobra hasta 200 a 400 pesos por sustancias armonizantes. Entre sus clientes figura un par de conocidos legisladores.
Dos testimonios
Una vecina del barrio España -que también pidió reserva de nombre- admite haber acudido por ayuda porque descubrió que su marido la engañó. Durante varios años mantuvo una segunda relación y una vez descubierto, puso fin al matrimonio y se fue con la nueva pareja. “A veces la realidad es tan dura que no se sabe qué hacer, cuesta aceptar algo así”, interpreta su amiga que también reconoce haber recurrido a un “religioso” por problemas y violencia de pareja. “Ese señor “tiraba las cartas” para “leer” lo que a uno le pasaba, tenía imágenes de santos y vírgenes y decía que te curaba con agua bendita, mientras rezaba en voz baja”, narra. La mujer asegura no frecuentar más a ese tipo de gente que acostumbra dar consejos de lo que “uno ya sabe que le conviene hacer”.
Precios y costos
Desde 25 pesos y hasta 50 es el mínimo de lo que se paga por una “consulta” y dependiendo del caso el interesado hace un aporte extra para prácticas, ritos e insumos (velas, incienso y otros elementos).
Por 50 pesos se puede acceder a una “lectura” de tarot o de mano, entre otros métodos frecuentes para establecer un “diagnóstico” del caso.
Las visitas pueden ser esporádicas o regulares, según el “tratamiento” y hay curanderos que prefieren no poner un precio a su trabajo o servicio: lo dejan librado a la voluntad del paciente. Sin embargo dos de las fuentes consultadas sostienen que se trate de un encuentro remunerado o no, se entra en una especie de trampa, en un círculo de dependencia del que es difícil salir.
“Una mujer me decía que acudió para hacer que vuelva el marido que la dejó, pasó el tiempo y eso nunca ocurrió, pero ella sigue yendo porque confía en que se dará”, ejemplifica una de ellas. “Por ahí te dicen lo que una quiere escuchar y no faltan los hábiles para engancharte; ya no les creo y por eso no voy más”, se excusa.
Implante de mama: las diez dudas más frecuentes
La mamoplastía de aumento, comúnmente llamada aumento de mamas, es desde
hace años una de las cirugías estéticas más solicitadas por las mujeres de entre
20 y 45 años, casi a la par de la liposucción.
“A pesar de la cada vez mayor
cantidad de información existente sobre este tema, es común escuchar en forma
recurrente ciertas dudas y mitos por parte de las pacientes a la hora de
decidirse por el quirófano en busca de una nueva figura”, resaltó el doctor
Roberto Martínez Rinaldi (MP 20.950), especialista en Cirugía Plástica y
Reconstructiva.
Según el miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica
de Córdoba e integrante del staff de la Clínica Privada Gallia, “es fundamental
que la paciente se informe en profundidad previo a decidirse por esta
alternativa, investigando no sólo la pericia y certificaciones del cirujano
interviniente sino también evacuando de antemano todas sus dudas en cuanto al
procedimiento y al pre y post- operatorio”.
Las diez dudas más
frecuentes
A continuación enumeramos las dudas más frecuentes que las
pacientes expresan a la hora de la consulta médica inicial orientada a la
cirugía de implantes mamarios:
1-¿Puedo quedar embarazada y amamantar tras la
colocación de los implantes, o mejor espero a tener mi último hijo?
Las
prótesis mamarias no causan absolutamente ningún inconveniente para quedar
embarazada o amamantar. De hecho, no se demostró científicamente ninguna
consecuencia negativa ni para la madre ni para el bebé. Tampoco influye
negativamente la colocación de la prótesis por delante o por detrás del músculo
pectoral.
2- ¿Pueden las prótesis mamarias producir cáncer?
Está también
comprobado científicamente que los implantes no desencadenan este tipo de
enfermedad ni hay relación confirmada con enfermedades autoinmunes.
3- ¿Si
tengo las mamas “caídas”, necesito prótesis?
Debemos saber que los implantes
aportan volumen, pero no levantan ni sostienen el seno. El procedimiento
adecuado para levantar las mamas caídas es la “mastopexia”, la cual quita la
piel excedente y reacomoda la glándula, dándole una mejor forma. Los implantes
se utilizan sólo en caso de que, además de levantar la mama, se quiera agregar
volumen.
4- ¿Es posible que mis mamas queden más juntas?
Anatómicamente,
en general, las mamas se ubican por fuera del esternón. Por lo tanto debe haber
un espacio de 2 o 3 centímetros entre ambas. Habitualmente utilizamos como
parámetro para realizar la cirugía la distancia existente entre la línea media y
el pezón. Esta debe ser entre 8 y 10 centímetros, de acuerdo al ancho del tórax
y la contextura. La posición de las mamas debe evaluarse estando la persona de
pie y sin ropa. En esta posición, no es normal que las mismas estén juntas. Con
un corpiño, en cambio, se puede influir en este sentido.
5-¿Es mejor colocar
el implante por detrás del pectoral?
Esta decisión se analiza desde un
criterio estético, y el cirujano definirá cuál es la opción ideal de acuerdo a
las características de cada paciente y a su criterio profesional.
6-
¿Conviene solicitar al cirujano prótesis redondas o con “forma de gota”?
Los
implantes, insistimos, básicamente aportan volumen. La forma a elegir va a
depender mucho de la anatomía preexistente. En general, las prótesis con “forma
de gota” son utilizadas para casos de reconstrucción mamaria total,
postmastectomía. En este punto es fundamental el consejo del profesional
interviniente en pos de lograr el mejor resultado estético.
7- ¿Son mejores
las prótesis rugosas?
Las prótesis más utilizadas en la actualidad, de hecho,
son las rugosas, ya que está comprobado que tienen menor posibilidad de
contractura capsular. De todos modos, algunos cirujanos siguen utilizando las
lisas cuando son colocadas por detrás del músculo.
8- ¿Los implantes deben
cambiarse cada determinado tiempo, o son definitivos?
Las prótesis no tienen
“fecha de vencimiento”, pero con el tiempo van sufriendo un desgaste al igual
que el organismo en general. Por este motivo, los fabricantes recomiendan
cambiarlas cada 10 o 15 años. Al cabo de ese tiempo, si dichos implantes están
bien y no hubo mayores cambios en la estética, pueden permanecer sin problemas.
No existen las prótesis definitivas pero sí existen diferentes calidades.
9-
¿Qué ocurre si las prótesis se me rompen o encapsulan?
Las prótesis pueden
romperse o encapsularse por motivos tales como un trauma (como puede ser un
accidente de auto) o un golpe brusco. También se vieron rupturas espontáneas
pero con poca frecuencia. Sin embargo, esto no implica una situación de alarma o
enfermedad. Las prótesis actuales, de hecho, evolucionaron marcadamente en su
fabricación, confeccionándose con capas externas más fuertes y relleno con geles
cohesivos. Estas situaciones, entonces, no constituyen una urgencia, aunque sí
se debe programar un reemplazo de la prótesis, sin temor alguno de que esta
situación genere ningún tipo de consecuencia negativa al organismo.
10- ¿Es
mejor realizar la cirugía con anestesia local antes que general?
Por lo
general, la modalidad a utilizar va a depender del criterio del cirujano y del
equipo de anestesia. Hay que adecuar la anestesia al tipo de procedimiento a
realizar. Lo más importante es operarse en una institución seria, con las
correspondientes habilitaciones, con la adecuada tecnología e infraestructura y
con profesionales entrenados.